magazine

PÉREZ CAMPOS: “SÍ, LOS FANTASMAS EXISTEN”

Los Intrusos de Javier Pérez Campos son seres intangibles que nos alteran nuestra cotidianidad, más conocidos con otros nombres: espíritus, duendes, poltergeists y fantasmas. Su hábitat natural son espacios llenos de historias, casi siempre siniestras, y parecen acecharnos desde el pasado, como si estuvieran encadenados a un instante concreto desde el que irradian su presencia, siempre nebulosa e incierta. 

Alberto Ávila Salazar. Fotos: Maica Rivera.


Pérez Campos es un viejo conocido de LOmagazine. Hace poco más de un año, antes de que viniera otro intruso indeseado, la COVID-19, nos concedió una entrevista acerca de su anterior libro Los Guardianes, y hoy, nuevamente, tiene la gentileza de abrirnos las puertas de su mundo misterioso.

AAS: En Los Intrusos te muestras mucho más abierto a la presencia de seres sobrenaturales: tu escepticismo parece que no tarda en disolverse en muchos de los casos que retratas. ¿Tus años de investigación te han procurado la convicción de que los fantasmas existen?

JPC: Los años de investigación me han dado un bagaje para mirar todo desde una perspectiva más amplia. Eso me ha permitido descubrir que me interesan los casos a gran escala, cuando pueden aportar un conocimiento nuevo sobre diferentes materias. El mundo de los fantasmas me ha permitido investigar en el arte rupestre, en tradiciones ancestrales, en hallazgos arqueológicos. De esta forma, la investigación es siempre fascinante y no repetitiva.

Y sí, creo que existen, sean lo que sean, y vengan de donde vengan. Pero existe constancia de ellos desde el nacimiento de la conciencia, y sus descripciones apenas han variado a lo largo de los milenios. ¿Cómo puede ser que diferentes culturas, en distintas épocas, hayan representado lo mismo que hoy ven miles de testigos a lo largo de todo el mundo?

AAS: ¿Por qué son tan tímidos los Intrusos? Acuden de noche, intempestivamente, escurridizos ante los equipos de investigación. En ocasiones saltan los detectores de presencia o que se graban psicofonías, pero, si tienen un mensaje, ¿no deberían ser más claros? ¿Qué les empuja a permanecer agazapados entre las sombras? ¿Por qué emplean una lógica tan extraña?

JPC: Las viejas tradiciones cuentan que los Intrusos son una energía residual, que se aprovecha de otras energías para intentar manifestarse. Por eso su mensaje, dicen, es débil. Yo no lo tengo nada claro, la verdad. Y no cierro la puerta a ninguna hipótesis: prodigio del cerebro o el alma que se manifiesta. Me parecen igual de fascinantes. A veces he pensado que la mente y el estado del testigo son también fundamentales para recibir e interpretar los mensajes.

AAS: Quería felicitarte por la delicadeza con la que tratas a los testigos y ciertas historias familiares. Tienes guantes de seda para tratar a personas que a veces se exponen mucho a la hora de manifestar que han tenido una vivencia paranormal. ¿Crees que sigue habiendo un tabú a la hora de confesar que se ha experimentado un fenómeno sobrenatural o extraño? ¿Crees que si este tabú desapareciera, la investigación paranormal se normalizaría?

JPC: A veces me resulta difícil saber si ser testigo de fenómenos paranormales es una rareza o se trata de algo más común de lo que pensamos. Creo que es un mundo delicado, porque no existe formación especializada. Así que cada uno hace lo que puede y como puede. Yo me considero un periodista que se interesa por una parte de la sociología y que recurre a los métodos de los que dispone para intentar hallar respuestas. Es fundamental la empatía con el testigo, porque, por desgracia, todavía hoy, es un tabú. Encuentras con facilidad al indocumentado de turno que se ríe de los testigos. Siguen siendo blanco fácil. Y por eso, tienen siempre mi máximo respeto y confianza.

AAS: ¿Crees que estos fenómenos extraños tienen una raíz metafísica? Si asumimos la existencia de fantasmas de manera tradicional, asumimos también la existencia del alma y, de ahí, no es difícil desembocar en la conclusión de que Dios (o algo parecido) existe. ¿O bien tienes la idea de que se trata de un fenómeno físico no determinado, algo así como una emanación?

JPC: En este caso se trataría de fenómenos que, de momento, se escapan del conocimiento científico. Me interesan todas las hipótesis, porque nos hablan de multitud de tradiciones. Desde el fantasma tradicional, como energía residual hasta la opción de la alucinación que han estudiado neurólogos como Oliver Sacks, al que nunca me canso de citar. “Alucinación” entendida como una manera que tiene el cerebro de interpretar un estímulo que, en principio, le resulta desconocido. Yo no tengo nada claro de qué se trata, pero me fascina viajar a los lugares donde ocurre, entrevistar a los testigos, leer antiguos tratados de fantasmas o incluso acudir a relatos clásicos. De hecho, ahora mismo estoy leyendo Damas oscuras. Cuentos de fantasmas de escritoras victorianas eminentes, que muestra cómo es la tradición gótica del aparecido. Disfruto encontrando matices y similitudes en ficciones decimonónicas y en el relato de los testigos en la actualidad.

AAS: Tus investigaciones se extienden por toda nuestra geografía. Pero, por ejemplo, hay ocho investigaciones en Andalucía frente a una en Madrid o cuatro en Castilla La Mancha. ¿Acaso hay lugares de España más propensos a la proliferación de Intrusos?

JPC: Ni mucho menos. Nuestro país está lleno de historia, pero en Los Otros y Los Guardianes he ido desarrollando otros casos que sucedían en otras comunidades. Ha sido casualidad, pero a mí también me llamó la atención, a la hora de compilar los casos, la enorme cantidad de casos de Andalucía. Quizá hay más facilidad, por su manera de ser, de abrirse a contar cosas con confianza. Pero he recorrido toda España, sin excepción, para investigar casos que he contado a lo largo de esta especie de trilogía que forma Los Intrusos con Los Otros y Los Guardianes.

AAS: En el libro citas a Joseph Campbell y manifiestas tu admiración por Patrick Harpur, se trata de pensadores postjunguianos. ¿Crees que estas manifestaciones extrañas tienen una explicación unitaria vinculada con el inconsciente colectivo?

JPC: Me refiero a si existe, aparte de cierta conexión intuitiva, una real entre el fenómeno ovni y el fantasmagórico, por ejemplo. Yo no creo que exista conexión, más allá de que son manifestaciones en las que el cerebro tiene que interpretar y poner de su parte, porque no son realidades cotidianas ni objetivas. Hace tiempo entrevisté a J. J. Benítez, y me pareció muy interesante, porque me hizo una reflexión muy de Patrick Harpur, vinculando algunos casos ovni con fantasmas. No la esperaba de él, pues siempre lo había visto como un defensor de la vertiente más física del fenómeno ovni. En cualquier caso, creo que la mente del investigador debe ser lo más neutral y permeable posible. Siempre abierto a todas las posibilidades. No me cierro a nada. Me interesa todo.

UN VIAJE SIN RETORNO

AAS: Hay una tendencia en tus libros en incorporar a Javier Pérez Campos en ellos. En este sentido me recuerda a los trabajos de autores clásicos forteanos como John Keel. ¿No tienes miedo de que, al igual que le ocurrió a él, acabes por involucrarte demasiado?

JPC: Es mi manera de aportar. Me encantaba leer a Íker Jiménez en Enigmas sin resolver, contando cómo saltaba una valla para colarse en Ochate una Nochebuena mientras su familia lo esperaba en casa para cenar. Siempre he sentido un interés especial por lo que pasa detrás de la investigación. Las pesadillas, las anécdotas… Lo mundano, incluso. Y es mi forma de hacer un libro personal, casi un como un diario. Hace tiempo, una editora me propuso escribir sobre un tema que yo no controlaba para nada. Le dije, educadamente, que no sabía nada sobre eso, y que no me interesaba el proyecto. Y ella me respondió que eso no era problema, pues podía buscar información en Internet y ella se encargaría de buscar fotos de archivo. Me sentí estafado. Porque aquello me hizo pensar que algunos libros que yo leía, podían haberse escrito así. Después aquello me sirvió para reivindicar mi sello, la honestidad de contar lo que a mí me fascina de verdad. Ni más ni menos. El libro, por cierto, acabó siendo publicado tiempo después, por otro autor. Y no lo critico. Pero no era mi manera de hacer las cosas.

AAS: ¿Algún día sabremos la verdad sobre este tipo de fenómenos o la búsqueda del investigador paranormal es quimérica?

JPC: El del investigador auténtico es un viaje homérico sin retorno. Dice Manolo García en uno de sus poemas, que uno nunca vuelve del viaje. Al menos, no siendo el mismo. Eso me ocurre a mí. Cada viaje es una muesca, una nueva perspectiva.

Pero somos como el burro que persigue la zanahoria. Persistentes y heroicos, a veces la olemos o la rozamos. Y, aunque no la alcanzaremos, es nuestro verdadero motor. ¿Acaso ha importado alguna vez la meta en el viaje del Héroe?

AAS: ¿Hay alguna investigación pendiente? ¿Algo que se te haya ido escapando a lo largo de los años pero que tengas pendiente? O mejor planteado, ¿cuál sería tu Santo Grial como periodista, qué crónica o prueba desearías obtener?

JPC: Me encantaría viajar a Colorado y dormir en el hotel Stanley. En Los Intrusos, investigo sobre la permeabilidad de la mente de los que habitamos un lugar, y de cómo los lugares pueden moldearnos. Y en ese hotel, ocurrió una de esas noches mágicas de la Historia de la Literatura, cuando Stephen King, paseando por sus eternos pasillos solitarios, sintió el chispazo de la creación. Quizá fue la recepción vacía, quizá la leyenda del niño fantasma, quizá la luz mortecina de la luna bañando las Montañas Rocosas y colándose a través del ventanal de la habitación 217, donde se alojaba… O quizá fue todo ello, y mucho más, lo que le inspiró para escribir El Resplandor. Allí nació una de las grandes obras maestras del género. Y no es un lugar cualquiera.

AAS: Muchas gracias por tu amabilidad y enhorabuena por Los intrusos.

JPC: Muchas gracias a ti, por estas preguntas que van, siempre, más allá.


LO

¡Comparte este post!