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HALLOWEEN DE CINE

Un criterio fundamental de clasificación poblacional es el que nos divide entre amantes y haters del género de terror. Tomémoslo en serio, ¡que puede llegar a ser causa de ruptura matrimonial en los tiempos de Netflix! Nosotros, por supuesto, pertenecemos de cuna al primer bando, y, además, podemos convencerte a ti, a tu pareja o a vuestra mascota si es necesario de que lo saludable es que pertenezcáis a nuestra pandilla de jóvenes ocultos. Tenemos tres razones de peso cinematográfico específico para convenceros de que os unáis sin demora a nuestro Halloween, ¡adelante y felices pesadillas! 

Texto y foto: Silvia R. Coladas


Mucha atención porque las tres novelas emblemáticas que vamos a recomendar, a punto de sumergirnos en un Halloween que da más miedo que nunca, han sido llevadas al cine de forma magistral. Hacemos sonar la claqueta para que entre la primera sugerencia en escena: El Ansia de Whitley Strieber.

Fascinante y terrorífica a partes iguales, narra la historia de Miriam, una sofisticada vampira cuyos amantes vampirizados terminan aparentando su edad real con el consiguiente deterioro físico que, para mayor espanto, les acompañará durante la eternidad. Pero no todo está perdido. Una joven científica, Sarah, que está obteniendo logros en el estudio del envejecimiento, capta su atención, no solo por sus avances en este tema, sino también por su atractivo sexual. A su vez, la investigadora comienza a verse embaucada por el encanto de la misteriosa dama, aunque intenta oponer resistencia.

Publicada en 1980 y llevada al cine por Tony Scott en 1983 con un reparto de lujo (Catherine Deneuve, David Bowie y Susan Sarandon), novela y película constituyen auténticas obras de culto y descabalan algunas de las premisas del mundo vampírico acercándolo a una posible y cercana realidad (necesidad de amor, miedo al final) que llena de entusiasmo a todos los que adoramos a estas crueles criaturas. En resumen, mucha tensión sexual y terror elegante de los ochenta.

Más cine, por favor: Psicosis de Robert Bloch. Es de lectura obligada para todo cinéfilo la novela en la que el director de cine Alfred Hitchcock basó una de sus obras maestras. Somos conscientes, eso sí, de que ya es imposible abrir estas páginas por primera vez sin estar mentalmente hipnotizados por Anthony Perkins, sin llegar a ellas sumamente compadecidos por el brutal destino de Janet Leigh y subyugados por el recuerdo del famoso Motel Bates como un protagonista más. Pero el pleno disfrute en papel está asegurado, con el añadido de que la película fue bastante fiel al relato de Bloch (“Si algo funciona, no lo arregles”). Por supuesto, el libro siempre enriquecerá el acervo cultural que rodea al filme con detalles nuevos que, recordemos, son los originales. Tenemos a Mary Craine en plena huida tras robar una considerable cantidad de dinero de la empresa en la que trabaja. El viento y la lluvia golpean fuertemente su coche y está agotada, al borde de quedarse fatídicamente dormida en plena conducción. Para evitar un posible accidente, decide parar en cuanto divisa un cartel de “Motel. Habitaciones libres”, aunque éste se encuentra, qué extraño, apagado.

Norman Bates, el propietario, hombre gordo, de pelo rubio rojizo, gafas sin montura y un poco raro, la acompaña hasta su habitación. Ella observa que tiene ducha y, a pesar de que hubiera preferido una bañera, decide quedarse.

Como curiosidad, el libro nos permite descubrir a un Norman Bates con un encantador sentido del humor que sorprende  positivamente y con el que, sí, yo me tomaría una cerveza una tarde desabrida de otoño. De hecho, a Mary, la invita a cenar a su propia casa e incluso a ver su sótano, así que descubrimos un carácter peligrosamente más hospitalario que en su versión cinematográfica. Eso sí, con quien no me tomaría ni un solo chupito es con “madre” y su cuchillo de carnicero, capaz de rebanar cabezas -ojo al dato-, por mucho que admire su impecable peinado.

Robert Bloch escribió dos novelas más que continuaban la historia (Psycho II y Psycho house) pero que no se corresponden con las secuelas cinematográficas, motivo de más para abordar también su lectura estos días a los que daremos el fin de fiesta con Hellraiser de Clive BarkerTerror punzante en esta novela fielmente llevada al cine por el referido autor quien escribió el guión y dirigió también la película que ha llegado a tener hasta nueve secuelas, la última en 2018. Calificado por el propio Stephen King como “el futuro del horror”, Barker construye toda una imaginería de demonios, los cenobitas, teólogos de la Orden de la Hendidura, que son convocados a través de una caja rompecabezas tridimensional. Quien resuelve el enigma de la caja, abre una brecha hacia su mundo paralelo, que promete y seduce con formas de placer, depravadas e inimaginables.

TERROR AFILADO: NUEVAS SENSACIONES

Frank Cotton, aburrido de la sensualidad mundana, decepcionado con sus semejantes y desencantado con la vida, consigue contactar con ellos para buscar otras formas de satisfacción y éxtasis distintas a las conocidas. La sordidez y la oscuridad envuelven una pasada historia de amor y sexo entre él y la mujer de su hermano, Julia. Lo que pudo ser y no fue con ella, es, probablemente, el resorte que le lanza a la búsqueda de nuevas e inquietantes sensaciones, creándole una ansiedad de tal calibre que es capaz de entregarse en cuerpo y alma, literalmente, para aliviarla. Pronto se arrepentirá de su atrevimiento, de hecho lo hace de inmediato, pero ya no hay vuelta atrás.

Incisiones, piel lacerada, tañido de las campanas, hedor a podredumbre, ganchos y sangre: eso no era lo que buscaba Frank, ahora cautivo y despojado de su propia carne, pero vivo y deseoso de escapar. Será su amor prohibido, Julia, la sanguinaria y cruel mano amiga que intentará ayudarle a huir de esta terrorífica dimensión, atravesando, sin titubeos, la línea que separa el bien del mal. Atención a la prosa de Clive Barker: una escabrosa delicia entre susto y susto.


LO

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