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SOLO LOS VALIENTES CRUZAMOS EL MISSISSIPPI

Alzamos la copa con Antonio Benicio Huerga para conmemorar los dos años de Los Libros del Mississippi. El joven editor, curtido en mil ferias y perteneciente a una estirpe de incombustibles en el oficio, nos habla a corazón abierto sobre este septiembre especialmente complicado para quienes en nuestro país defienden proyectos editoriales de nuevo cuño. Aquí deja ejemplo de perseverancia, fe y optimismo. También constancia de que, más allá de afinidades y la solidaridad, existe una particular hermandad entre los pequeños independientes cuyas alianzas, si saben seguir fortaleciéndose, podrían estar dando claves nada desdeñables de resistencia y futuro para el sector.

Literocio. Foto: Maica Rivera.


LO: Por favor, unas palabras para el brindis por el segundo aniversario de Los Libros del Mississippi. ¿Qué es lo que no podemos dejar de celebrar en este tiempo difícil que nos toca vivir a todos?

ABH: Brindo por mis autores, que tienen mucha paciencia. Se han cancelado bastantes ferias de libro en las que iban a firmar, otros han visto retrasada la publicación de su obra. También quiero brindar por todas las personas que siguen el curso de este río editorial. Pese a las circunstancias, continúo publicando libros. No me vengo abajo, aunque soy muy consciente de lo limitado que está ahora todo para moverlos y eso desanima bastante, pero quedarse quieto y no actuar es un error. Celebro cada día poder defender todas las obras que bañan el catálogo de Los Libros del Mississippi.

LO: ¿Qué balance realizas de tu aventura editorial? ¿Cuál ha sido la trayectoria: recta, curvilínea, con baches, brújula o mapa…?

ABH: Todas las definiciones que me sugieres forman parte del balance de la editorial en estos dos años. Ahora estoy en “modo bache”, pero no sólo yo, también otros colegas de profesión. Aun así miro a futuro y veo más ferias de libros, reapertura de sitios para hacer recitales y presentaciones, etc.

En general mi balance es positivo porque no he dejado de creer en el proyecto. Me acuerdo de los primeros libros que di a la imprenta hace ahora dos años, como Condiciones para el vuelo de Joselyn Michelle AlmeidaArte de la danza de José María Herranz, Atenta Mente Vuestro de Alberto Ávila Morales, Cuaderno verde, de Fernando Vallejo ÁgredaObservando al macho de Francisco Rodríguez de Barrio o Zoonosis de María Martín. Eran mis primeros meses como editor independiente y el mapa de ruta por este río era más incierto que ahora. Agradezco a estos autores su confianza en depositar su poesía en Los Libros del Mississippi.

LO: Tus propuestas son heterogéneas y originales, eres un valiente. ¿Da mucho vértigo abrirte camino con una impronta tan personal? ¿Qué dificultades tienes? ¿Y gratificaciones?

ABH: Gracias por lo de valiente, es un adjetivo que no para de decirme un autor al que aprecio mucho, Antonio Mata Huete. El vértigo me ha empezado a venir estos días tan devastadores para el sector editorial. A veces uno teme una caída en picado irreversible, haciendo que todo lo navegado, para bien o para mal, no haya servido. Son cerca de treinta títulos publicados en dos años y lo peor sería fallar a mis autores y a los lectores. La cabeza juega malas pasadas en estos tiempos de crisis y la única manera de acallarla es estar activo y buscar soluciones. En eso estoy. Las dificultades también vienen cuando un libro no recibe el interés que se merece en comparación de otros. La gratificación llega al ver que los libros tienen visibilidad y aun sin vender grandes cantidades tienen su espacio en bastantes librerías.

LO: ¿Cómo afrontan Los Libros del Mississippi las incertidumbres de esta rentrée?

ABH: Con mucha ilusión y ganas de trabajar. Para mí, editar no sólo es un oficio con el que ganarme la vida, también es una forma de estar en el mundo. Desde que tengo uso de razón, lo he vivido a través de mis padres y todo lo que he aprendido con ellos lo aplico en mi trabajo diario.

LO: Escoge cinco libros de tu catálogo para este otoño.

ABH: Es difícil elegir, pero no imposible. Voy a elegir los cinco libros más recientes que acabo de publicar: El emperador en Santa Elena de Javier de la Rosa, una novela histórica en primera persona; Tierra de luz blanda de Ezequías Blanco, poemario del que fuera cofundador y codirector de la mítica revista Cuadernos del Matemático, escrito desde el dolor y la desolación de una persona por su paso en el hospital tras una difícil operación; Sillas invisibles de Juan Calderón Matador, un libro repleto de memoria y presente, esperanza y dolor y también compromiso; Ecos del desasosiego de Antonio Mata Huete, una obra que reivindica la memoria de grandes voces de la poesía del siglo pasado, dedicada a Patxi Andión; ¡Hallelujah! del periodista de culto, de larga trayectoria en ABC, Manuel de la Fuente Vidal, prosa poética desde los sentimientos básicos del amor y el odio. Quizás el título lleve al lector a pensar que es un homenaje a Leonard Cohen, pero es un guiño a La Santa Biblia, por ser hallelujah la palabra más repetida del Nuevo Testamento.

Algunos ya están en librerías, otros llegarán en las próximas semanas.

NOVEDADES A BABOR

LO: Respecto a las novedades a punto de cruzar el Mississippi, ¿qué puedes adelantarnos?

ABH: Viene el primer poemario de la joven poeta Popy Genís, titulado Le he puesto tu nombre a un caracol, poemas que tratan el proceso lento de la aceptación de la pérdida de una ilusión, de la desolación, del enfado y del optimismo. También lo nuevo de Alma Pagès, Signo de agua, un recorrido vital del ser humano (amor, odio, miedo…).

También publicaremos el segundo libro con nosotros de la escritora Cinta R. Guil, En los espejos nacen horizontes. Este es su primer poemario; anteriormente, a principios de año,  publicamos su primer libro de relatos Las túnicas de Eros. La nueva obra del escritor Antonio Civantos llegará a principios de noviembre, titulada El vendedor de zapatos, una novela profundamente entretenida, llena de historias rebosantes de buen humor y una variedad de personajes de asombrosa riqueza. Y ya está en imprenta el nuevo poemario del sacerdote zaragozano Fernando Vallejo Ágreda, titulado Julio en invierno, con prólogo de Almudena Mestre e ilustraciones de Federico Contín. También él repite con Los Libros del Mississippi, es su segundo poemario con nosotros, después de Cuaderno Verde. Igualmente de Zaragoza es el autor al que vamos a publicar su primer poemario: Erik Salvador, joven poeta de veinticinco años cuya ópera prima se titula Esta Orilla, saldrá a primeros del mes de enero de 2021 y la presentaremos, en febrero, en la Fnac de Zaragoza.

En 2021, saldrán los poemarios de Paloma Sánchez, Aureliano Cañadas, Norberto García Hernanz Isamel Istambul; y espero que  también lo nuevo de Miguel Ángel Curiel y Luis Alberto de Cuenca.

Busco nuevas voces, sobre todo en poesía. Cuando una editorial apuesta en su catálogo por autores noveles se posiciona como un sello que impulsa a los grandes autores del mañana. Pero no descarto publicar autores que ya no están entre nosotros, como Leopoldo María Panero.

LO: La actividad editorial se centra en las colecciones de Poesía y Narrativa, y la colección Libretos del Mississippi, ¿qué alegrías ha tenido en cada uno de los géneros? ¿Y el más difícil de trabajar, cuál es?

ABH: Recientemente publiqué, contra todo pronóstico, un libro de memorias al poeta Pedro Javier Martínez. Con él inauguré la colección de Memorias. No sé si seguiré adelante con ella ya que no tengo más propuestas para publicar de género biográfico, pero este titulado Antes que la luz me falte es un libro contado desde el corazón de un buen hombre, poeta,  que, además, trabajó como editor en la barcelonesa Caralt. Su vida es toda una aventura desde su niñez hasta nuestros días.

El género que más publico es el de poesía. A parte de editar libros, me gusta coordinar recitales de poesía en los que cuento con los autores de Los Libros del Mississippi y, aparte, convoco a otros que bien han publicado con otras editoriales, bien sus poemas aún están inéditos. La poesía da mucho juego y el siglo XXI se está abriendo plenamente a los espectáculos en espacios culturales y bares de copas acompañando las lecturas de música de fondo.

En general, todos los libros de mi editorial están teniendo un buen recorrido, tanto en poesía, narrativa y libretos. Sí, es verdad que hay cuatro o cinco que se venden muy bien con respecto al resto, pero lo positivo de ello es que ayudan a que esos otros cobren interés a ojos del librero para pedirlos y del lector para interesarse por el resto del catálogo editorial.

LO: ¿Por qué decidió homenajear con los Libretos el diseño de la editorial City Light Books?

En la anterior etapa de esta editorial (llamada Poeta de Cabra) ya existía la colección “Libretos”, dirigida por José María Herranz. Le cambié el nombre al sello por Los Libros del Mississippi, modifiqué el diseño en las colecciones de Poesía (portada con fondo blanco y una imagen de corte minimalista en el centro) y de Narrativa (cubierta con fondo negro y el fotograma de una película clásica); pero la colección “Libretos” la he mantenido tal cual por su diseño elegante y coqueto, como dice Luis Alberto de Cuenca. La colección homenajea no sólo a la prestigiosa City Light Books sino a toda una generación de escritores como es la Beat Generation. Me encanta la literatura norteamericana y en este caso la de los años 50 es un referente cultural y sociológico.

Además de los haikus de Luis Alberto de Cuenca, he publicado en la colección lo nuevo del académico uruguayo Rafael Courtoisie, El libro transparente de las cosas que existen y de las que no existen, una obra  de poemas intrépidos que aúna juego, reflexión y goce. Lo presentamos el pasado mes de marzo en la Casa de América y, al día siguiente, en el Café Gijón de Madrid. Cinco días después se declaró en España el Estado de Alarma…

LO: Hay un libro especial que disparó el catálogo, los Haikus Completos de Luis Alberto de Cuenca, ¿qué puede contarnos de esta obrita fundacional?

ABH: Tenía en mente desde el principio recopilar toda la producción en haiku de Luis Alberto en un solo libro, y al empezar la andadura con la editorial, Luis Alberto creyó en el proyecto y quiso publicarlos, con la condición de titularlo Haikus Completos (1972-2018). Dicho y hecho. Efectivamente, es un libro que ha despertado mucho interés y que, sin duda, ha hecho que la editorial crezca. Agradezco a un autor de la talla y prestigio de Luis Alberto de Cuenca su confianza y apoyo.

LO: Su trabajo se centra en la literatura actual, ¿por qué?

ABH: Trabajo mano a mano con los autores y muchas veces es difícil que los libros se vendan en las librerías por sí solos. Así que gracias a que publico autores contemporáneos, y vivos, puedo contar con ellos para hacer pequeñas giras de presentaciones y recitales en los que se da a conocer su obra y la podemos reivindicar.

No descarto publicar autores que ya no están entre nosotros, como el caso de Leopoldo María Panero. Ya veremos cómo evoluciona todo.

REDES AMIGAS E INTERGENERACIONALES

LO: ¿Cómo es tu relación con los autores? ¿Y con los otros editores? 

ABH: Con los autores mi relación es de amistad y complicidad. Esencial para trabajar de la mano con la obra de cada uno de ellos. Cada libro es una carrera de fondo en la que autor y editor están en el mismo equipo.
Me llevo bien con todos los colegas editores, es importante porque en este gremio tenemos que apoyarnos entre todos. Ya de por sí el mundo del libro está a veces castigado comercialmente, sería el colmo que hubiese competencia dura entre los editores independientes. Mis padres (Huerga y Fierro), ahora también colegas, son, sin duda, mi principal referente; pero, además, otros compañeros son también amigos.  El sastre de Apollinaire, Pregunta Ediciones, Luces de Gálibo, Hojas del Baobab, RavensWood Books, Libros del Innombrable, Juglar o Bartleby son, además de colegas de profesión, editoriales-amigas. Durante las primeras semanas de confinamiento, se llevó a cabo la Feria Virtual del Libro Independiente, en la que , entre otras, participó Los Libros del Mississippi. Una iniciativa impulsada por las también editoriales-amigas: Kaótica Libros, Liliputienses y Lastura Ediciones.

LO: ¿Te has ha planteado explícitamente un compromiso con nuevas voces para la poesía? ¿Por qué?

ABH: Sí, buena parte de la nómina de autoras y autores publicados en la editorial lo han hecho con su primera obra, en prosa y, sobre todo, en poesía. No es casual, busco nuevas voces. Cuando una editorial apuesta en su catálogo por autores noveles se posiciona como un sello que impulsa a los grandes autores del mañana. Los libros de nuevas voces que he publicado son buen ejemplo de esas propuestas novedosas que me encanta leer, ¡y qué mejor manera de reivindicarlas que publicándolas en mi propia editorial! Si, además, incluyes a noveles con escritores de prestigio, como es el caso de Los Libros del Mississippi, se crea un mosaico heterogéneo de lo más interesante. Para los que empiezan es un estímulo compartir catálogo con grandes nombres como Luis Alberto de Cuenca, Rafael Courtoisie, Javier de la Rosa, Ezequías Blanco, Antonio Mata Huete, Juan Calderón Matador, Antonio Civantos, Pedro Javier Martínez o Manuel de la Fuente Vidal. Y con todo ello espero que Los Libros del Mississippi sea una editorial influyente que arriesga dentro del panorama literario.

LO: Superados estos últimos meses de cancelaciones/ limitaciones de la actividad, ¿cómo va la remontada, qué proyectos tienes?

ABH: Recientemente pude presentar en sociedad el nuevo poemario del periodista Manuel de la Fuente Vidal, ¡Hallelujah!. Pese a las restricciones, lo hicimos realidad y tuvimos muy buena acogida. Precisamente lo realizamos en la sede de Huerga y Fierro. Mi madre, Charo Fierro, preparó todo con mucho cariño y precaución por la situación especial que padecemos.

El viernes 13 de noviembre, también en el Espacio Huerga y Fierro,  presentaré el poemario Sillas invisibles de Juan Calderón Matador; y, en las próximas semanas, vamos a buscar fecha y espacio para presentar las novedades que iremos publicando de aquí hasta mediados de 2021.
También presentaremos, el miércoles 18 de noviembre, en el Teatro Principal de Zaragoza, Julio en invierno de Fernando Vallejo Ágreda.

La situación es muy difícil pero quedarme quieto y esperar que pase todo no es una opción.

ALMA FERIANTE

LO: ¿Echas mucho de menos los peregrinajes de ferias y festivales? ¿Qué planes tienes según se puedan ir retomando las dinámicas acostumbradas?

ABH: Es lo que más me ha dolido en estos meses, sobre todo que la histórica Feria del Libro de Madrid se haya cancelado definitivamente. Me he sentido como un ave sin alas o un barco sin vela a la deriva. Ahora me replanteo muchas cosas pero intento reinventarme, buscar alternativas y seguir adelante. Nunca hay que perder la ilusión, como dice mi padre Antonio J. Huerga.

Se han cancelado otros eventos en los que participé el año pasado con Los Libros del Mississippi, como Edita Punta Umbría (Huelva) o Voix Vives (Toledo); y la Feria del Libro de Fuenlabrada.

En julio pasado se conmemoró el Día del Libro y lo celebré junto a Huerga y Fierro en su sede con recital de poetas y presentación de libros. Y a primeros de agosto, tuve la fortuna de participar con caseta propia en la Feria del Libro de Soria Expoesía, a la que pudieron asistir algunos de mis autores a firmar sus obras, como a María José Gómez Sánchez-Romate (Piel transitada), José Gabarre (Mi animal preferido eres tú), Anna Bukowska (La noche de Pléyades) y Antonio Mata Huete (Ecos del desasosiego).

LO: ¿Qué has perdido y ganado en este par de años de andadura editorial?

ABH: Estos últimos meses, debido a cancelaciones, aplazamientos y falta de recursos, algo de sueño he perdido. Ganar, he ganado más experiencia en el mundo de la edición y muchos amigos nuevos con los que navego seguro en este curso del río. Sobre todo, me quedo con la satisfacción de haber publicado los sueños e ilusiones de otras personas.

LO: Define Los Libros del Mississippi como una filosofía de vida propia. Y cierra con un deseo para terminar el año.

ABH: Los Libros del Mississippi es un proyecto personal que toma como referentes la figura y obras de Mark Twain, Leopoldo María Panero y William Faulkner. De los tres hay un poco en cada título que ve la luz. Quien quiera descubrirlo no tiene más que acercarse y leernos. No les decepcionaremos.

Mi deseo es que podamos terminar el año manteniendo a flote el barco para lo que nos espera en 2021… y más allá.


LO

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