Nosferatu. El libro del centenario (Notorious), escrito por Jesús Palacios, celebra la película de F.W. Murnau y nos demuestra que su misterio es inagotable. Festejamos así el muy feliz cumpleaños vampírico, por todo lo alto, con la recomendación de esta publicación de referencia y su despliegue fotográfico en la recta final de este año 2022.
Alberto Ávila Salazar
Se cumple el centenario de Nosferatu, uno de los vampiros más fascinantes y repulsivos jamás filmados. Heredero de una tradición folclórica y literaria venerable y, a la vez, fundador de la dinastía cinematográfica de chupasangres más terrorífica y subterránea. A pesar de lo manoseado y trivializado que ha sido el arquetipo vampírico, el mito de Nosferatu sigue intacto y su sombra sigue erigiéndose, nocturna e imponente.
¿Hay alguna película más magnética que la de Murnau? Probablemente, algún lector levante la mano y proponga otra, pero seguro que todos vamos a estar de acuerdo en que hablamos de uno de los filmes más carismáticos e inquietantes de la historia del cine. En todo caso, su director consiguió algo prácticamente imposible, y es que una película muda siga siendo vista, analizada y disfrutada por nuestros contemporáneos.
No voy a entrar en una aburrida disertación sobre lo mucho que ha cambiado —no siempre para bien— el lenguaje cinematográfico, pero es evidente que hay un abismo estético y artístico entre el cine sonoro y el silente, un abismo que muy pocas películas han podido saltar, y Nosferatu es una de ellas.
Jesús Palacios, que durante tantos años ha venido siendo árbitro del buen gusto cinematográfico, se emplea a fondo para explicar al lector por qué esta película de Murnau sigue siendo una obra maestra del terror y, en general, del Séptimo Arte.
Este libro del centenario, generosa y brillantemente ilustrado, está ensamblado con varios capítulos que abordan desde muy diversas perspectivas una obra maestra total. Palacios no arriesga y bebe de las mejores fuentes para servirnos el homenaje que se merece el vampiro. Siguiendo el asombroso trabajo de Luciano Berriatúa sobre esta película y el nada desdeñable de David J. Skal, nos presentamos en el rodaje de la película, conocemos la excéntrica y magistral trayectoria de Murnau, nos involucramos con la extraña productora que patrocinó la película, aprendemos algo de su increíble influencia o nos enteramos de por qué la viuda de Bram Stoker estuvo a punto de hacer desaparecer este filme de la faz de la tierra.
¿UNA PELÍCULA INICIÁTICA?
No menos interesante es esa veta abierta por Berriatúa, casi inagotable, que se centra en los aspectos ocultistas y esotéricos de Nosferatu, una película cuya complejidad radica en las potencias oscuras que impregnan su celuloide. Como bien nos recuerda Palacios, Murnau está en el Olimpo del cine, nadie se puede tomar en serio una de esas dichosas listas que tanto abundan en Internet sobre los mejores directores de la historia sin que, casi por obligación, aparezca el cineasta alemán. Sin embargo, tal vez ni siquiera sea su mejor película, acaso El último (Der Letzte Mann, 1924) sea superior, o para otros tal vez Amanecer (Sunrise: A Song of Two Humans, 1927) tenga ese honor o incluso habrá quien apueste por su postrera Tabú (Tabu: A Story of the South Seas, 1931); pero nadie pondrá en duda que Nosferatu es la más reconocible e impresionante, quizás no sólo por su condición de pionera de cine vampírico, sino por la capacidad de sus imágenes para contaminar la mente del espectador. Tal vez la explicación de este poder no sea otra que la magia.
Podría ser un poco aventurado y afirmar que es un filme iniciático, pero voy a ser más temerario y afirmar, a la luz de la lectura de este libro, que Nosferatu no es una película mágica, sino que ella, en sí misma, es un acto mágico.
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