Liber y la sostenibilidad

POR MANUEL GIL.


Hoy da comienzo Liber (4-6 de octubre). En la nota de prensa de esta feria internacional del libro, se destacan dos ejes de reflexión: Inteligencia Artificial y sostenibilidad, megatendencias que van a ser decisivas en el rediseño del sector. Me parece importante y acertado. Pero no oculto que me hubiese gustado ver que Liber va a comenzar a medir su huella de carbono y a aparecer como un evento sostenible. Según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, un evento sostenible “es aquel evento diseñado, organizado y desarrollado de manera que se minimicen los potenciales impactos negativos ambientales, y que se deje un legado beneficioso para la comunidad anfitriona y todos los involucrados“.

Cada año se celebran multitud de ferias y festivales literarios en todo el mundo que generan un impacto negativo sobre el medio ambiente muy alto (alta generación de residuos, elevado consumo de recursos (agua, electricidad…), impacto elevado de GEI por movilidad, etc. Se trata de un impacto que, por otro lado, sería fácil de minimizar, pero, ¿cómo? Hace unos meses se publicó un interesante artículo titulado “El devastador balance de CO₂ de las ferias internacionales” que pone de manifiesto la carga medioambiental en términos de GEI que las ferias y festivales implican, y que es muy elevado.

PASAR A LA ACCIÓN

Los eventos sostenibles, por tanto, son aquellos que tienen en cuenta los impactos negativos en el entorno en el que se desarrollan, y tratan de minimizarlos al máximo para producir el menor impacto ambiental posible en su entorno. La organización del mismo, se plantea mitigar el elevado consumo de recursos en poco tiempo (agua, energía, alimentos, papel), generación de residuos, medición de emisiones de CO₂ por el transporte, el alojamiento, movilidad, etc. Pero, además, el evento sostenible debe ser capaz de dejar un legado positivo en la comunidad que lo alberga desde el punto de vista social y económico.

Otro dato interesante sobre este tema es el número de compradores y prescriptores que viajarán a Madrid. La nota de prensa de Liber informa de 624 personas, con origen en 63 países, que abordarán un avión para estar en el evento, al margen de otras formas de transporte multimodal que deberán usar. A estas personas habría que añadir los desplazamientos internos de la gente del sector que llegarán desde todo tipo de ciudades de España, la cifra que ofrece Liber es de unos 8.500 profesionales, la cifra creo que demasiado elevada pero vamos a aceptarla. Aquí la tabla de la Agencia Europea de Medio Ambiente que muestra los gramos de CO₂ por pasajero y kilómetro en función del medio de transporte:

La idea que me hubiese gustado ver es que Liber, preocupado por la sostenibilidad, comienza a hacer una auditoría medioambiental de impacto, con un plan de reducción, y un compromiso de compensación y acceso a un sello de evento sostenible. Sería un ejemplo paradigmático para todas las ferias y festivales que se celebran en España e influiría de manera muy positiva también sobre las ferias y festivales de América Latina.

HACIA UN SECTOR DIGITAL Y SOSTENIBLE

En definitiva, creo que es imprescindible dejar de hablar y ponerse a hacer. Cuando llegué a la dirección de la Feria del Libro de Madrid en 2017, arrancamos un plan de sostenibilidad y medición de huella. Se dirigieron en aquel momento muchas las ferias y festivales para ver cómo se hacía y qué costes implicaba. Nos anticipamos en el tiempo, pero ahora es un tema que ya no es negociable. Y Liber podía servir para estimular y promover el tema, no solo en eventos, sino también a la propia industria del libro. En definitiva, hay que ponerse a ello y rápidamente. Pensemos que tanto los modelos de producción como la realización de eventos, hasta ahora han estado ligados a procesos cuyo impacto ambiental fueron en su momento tolerables, porque no existían opciones alternativas, pero que hoy pueden y deben ser repensados.

En economía se describe como “coste de las ineficiencias” lo que ahora presenta el sector del libro, y no son hoy asumibles, ni económica, ni ecológica, ni socialmente. El hecho de que la ineficiencia sea barata, conlleva que el libro genere economías de escala a costa del impacto medioambiental. La reducción de las emisiones tiene necesariamente que ser un proyecto global del sector, pero hasta ahora hemos visto que nuestras industrias han hecho muy poco en esta línea. Vamos a un mundo mucho más digital y sostenible, con un viraje de la economía muy profundo hacia la descarbonización, y las industrias del libro tienen que asumir esta megatendencia.


¡Comparte este post!

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies