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UN CAFÉ CON ALEXANDER

El próximo mes de octubre, este poeta, escritor y articulista pontevedrés encabezará el jurado del VII Certamen Literario Nuestra Musa, la Camelia convocado por el Pazo de la Saleta. Qué mejor momento para evocar juntos su flora de versos que muerden y volver a poner sobre la mesa sus Vegetaciones Carnívoras publicadas por Literarte.

Entrevista y fotos: Silvia R. Coladas


 

Un libro de Alexander Vórtice entre las manos es tener una granada a la que acabas de arrancar la anilla, porque este novelista, columnista y poeta gallego no se anda con chiquitas y siempre nos provoca con sus palabras un sobresalto, en la conciencia y en el corazón. Absolutamente inconformistas con el statu quo, sus Vegetaciones Carnívoras nos remueven las entrañas y nos hace pensar -sí, eso que hacíamos hace años sin redes sociales- y plantearnos qué estamos haciendo mal para que la sociedad en la que vivimos haya perdido toda capacidad de asombro, para que los niños ya no quieran ser bomberos o médicos sino influencers, y para que cualquier suceso, por terrible que sea, solo acapare nuestra atención durante apenas unos segundos. Todo esto lo hace con poesía y belleza, estos versos carnívoros nos gustan y agitan nuestra conciencia. ¿Cómo lo consigue? Para saber un poco más acerca de este efecto, nos acercamos una tarde de septiembre al encantador Café Moderno de Pontevedra para charlar un rato con él y averiguar más sobre esta obra estimulante.

SRC: La crítica surgida del desencanto con la sociedad actual suele estar presente en tus obras. ¿Es Vegetaciones Carnívoras una llamada de atención para que despertemos y abandonemos la actitud pusilánime o simplemente es un desahogo personal?

AV: El poemario supone una crítica social y una invectiva personal. Considero que el poeta debe y puede ser una voz de alarma ante las injusticias que hemos vivido o estamos viviendo. Vegetaciones Carnívoras es el escudo y la daga, lo bueno y lo malo de nosotros mismos, de mí mismo.

SRC: ¿Qué es lo que más te desagrada de la sociedad actual? ¿Cuáles crees que son nuestros cánceres más graves?

AV: Sobrevivimos en una sociedad de imágenes, de falsas apariencias. La banalidad habita entre nosotros y se hace fuerte. Pedimos sinceridad, pero no es más que otra petición contra nosotros mismos. El ser humano ha asesinado su espiritualidad para otorgarle poder a una vida rápida, llena de estrés, donde no tiene cabida el sacrificio por los demás ni por uno mismo.

SRC: Hablas de los “cerebros parcialmente apagados”, ¿Hay esperanza todavía? ¿O nos hemos acostumbrado a tragar corruptelas y abusos de los poderosos?

AV: La revolución más fundamental comienza por uno mismo y lastima. Siempre hay esperanza y nunca se debe agachar la cabeza ante la corrupción ni las necedades de los poderosos. La fuerza del ser humano es indiscutible. Todo gesto de progreso para alcanzar el bien común está en nuestras manos y, tarde o temprano, acabaremos yendo a mejor por mucho que intenten controlar nuestros pensamientos y nuestros actos.

SRC: Tu poesía está dotada de una belleza punzante, que da mucho juego a la imaginación del lector. ¿Cuál es tu inspiración o quiénes son tus influencias?

AV: La cerrazón siempre ha sido muy necesaria para mí a la hora de escribir. Se me ha criticado por la negrura y la dureza de mis imágenes, de mis versos… No obstante, si lo pensamos bien, casi nadie ha escrito algo verdaderamente sugestivo o decente basado únicamente en la felicidad. La oscuridad es para los monstruos lo que la tinta para el poeta, así como lo fue para César Vallejo, Blas de Otero, Rosalía de Castro, Charles Bukowski… entre otros.

SRC: ¿Por qué titular el libro “Vegetaciones Carnívoras”? ¿Es en la poesía donde te sientes más cómodo después de haber escrito novela y relatos?

AV: Este título supone el retrato de la apariencia. Por momentos nos mostramos como vegetales, personas amables, sencillas… cuando en realidad escondemos un ansia infinita de “querer morder” y masticar a las personas que nos rodean. No todo es lo que aparenta ser, de eso va este poemario… y la vida.

Las redes sociales han hecho progresar la lírica y ha crecido la difusión y el número de poetas. Esto es algo bueno, a fin de cuentas, las personas buscamos comunicarnos y crear vínculos con nuestros semejantes, y el verso es muy buen instrumento para lograrlo” 

Me siento cómodo en todos los géneros que he ido tocando o manchando, según el que juzgue mi obra hasta el momento. Acaso sea en mis columnas de opinión donde más intranquilo me he sentido, ya que siempre me he visto en la obligación de ser sincero con el lector y exponer como creo que son las cosas. En la poesía siempre te queda el recurso de mentir o esconder los sentires tras los recursos literarios. Aún así, pienso que el escritor debe implicarse, caer y levantarse, pedir disculpas al público si se ha equivocado y hacer borrón y cuenta nueva.

OTROS CANIBALISMOS LÍRICOS

SRC: Acabas de publicar Tempa Maltreita, poesía -que no es un género de masas- y en gallego -que es un idioma circunscrito a un territorio pequeño, aunque los gallegos estemos repartidos por todo el mundo-.¿No te asustan estas dos premisas a la hora de vender libros?

AV: Si me dedicase a la escritura por el simple hecho de vender libros supongo que quemaría todos mis manuscritos y me daría a la bebida. Escribo en dos idiomas, castellano y gallego, desde la adolescencia y tal como me educaron y esto lo veo fundamental. Deseo expresarme y apaciguar mis ansiedades gracias al verso. El número de lectores nunca es importante a no ser que tu ego te lo pida, o tu editor, o tu cartera… Pero si te olvidas de estas tres cosas, puedes llegar a escribir líneas magníficas, aunque nadie jamás llegue a leerlas.

SRC: ¿Crees que cada vez se lee más poesía o, por el contrario, es un género estancado o que va en detrimento?

AV: Todo es poesía. Por lo tanto, la poesía no sólo se lee, principalmente se aprecia. Cualquier sentimiento puede llegar a ser algo claramente lírico. Las redes sociales han hecho que la lírica progrese y se difunda, así como ha crecido el número de poetas. Esto es algo bueno ya que, a fin de cuentas, las personas buscamos comunicarnos y crear vínculos con nuestros semejantes, y el verso es un muy buen instrumento para lograr este propósito.

SRC: ¿Estás ya enzarzado -y nunca mejor dicho- con alguna nueva ilusión?

AV: Mi proyecto principal hoy en día es apaciguar mis impaciencias vitales a base de tinta inestable. El tiempo dirá si de este acto indisciplinado puede surgir algo mínimamente decente que llegue a ojos de los lectores en los próximos años.


LO

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