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EN MEMORIA DE PACO CAMARASA

La I edición del premio Paco Camarasa de novela negra ya tiene obra ganadora: Herencias colaterales de (Lluís) Llort, publicada por Alrevés. El próximo mes de enero se le hará entrega al autor de una caricatura del emblemático librero, realizada por Pepe Farruco, en un acto que se celebrará en Barcelona, donde, además, recibirá la invitación a participar, durante 2021, en los nueves festivales convocantes del galardón.
Literocio.

Nueve festivales promueven este premio recién estrenado: Aragón Negro, BCNegra, Las Casas Ahorcadas de Cuenca, Getafe Negro, Semana Negra de Gijón, Granada Noir, Pamplona Negra, el Congreso de Novela y Cine Negro de Salamanca y Valencia Negra. Se concede a una obra editada en el año en curso, y solo pueden optar al mismo autores/as menores de 45 años, o mayores cuyo título nominado sea su debut en el género negro en castellano, con el objetivo de dar visibilidad e impulso a su carrera literaria. Además, el Paco Camarasa pretende “honrar la memoria de aquel que promovió como nadie el género, apoyó con generosidad a nuevos escritores y regentó, durante más de una década, la librería Negra y criminal en la Barceloneta, un lugar, ahora mítico, que se convirtió en un referente para autores y lectores“.

En la puesta de largo del premio este año, (Lluís) Llort (Barcelona, 1966) se alza con la distinción. Se trata de un autor que siempre ha escrito en catalán: la “gran novela” distinguida,  Herencias colaterales, es la primera traducida al castellano.

Alrevés informa de que está protagonizada por el abogado Ernest Claramunt, “que ha llegado a un acuerdo con la anciana Francesca Puigmajor: a cambio de pagarle una pensión mensual vitalicia, el magnífico piso de la mujer en el centro de Barcelona pasará a ser de su propiedad”. ¿Cuál es el conflicto negrocriminal? Que, en este escenario, “el negocio es seguro; rentable lo dirá el tiempo, pero lo malo es que no todo el mundo respeta las leyes, ni siquiera las relativas a la esperanza de vida, y que el pasado nos puede explotar en la cara en forma de herencia colateral“.

El jurado, compuesto por los directores de los festivales convocantes, ha destacado esta “original trama”, su virtud de “huir de los lugares comunes, utilizando personajes y ambientes cotidianos, de tal modo que pone en relieve la brutalidad del juego violento del hombre corriente”.

Llort maneja el humor negro, “un elemento con escasa presencia en este género, de una manera muy eficaz, fruto de la desesperación o de la desdicha contra los acontecimientos irreversibles que se explicitan”. Lo hace con un relato “sostenido en un realismo esperpéntico y en una cínica crítica a la burguesía rentista“. Y se premia su combinación de técnicas de varios géneros literarios en “una narración que se desvía en tramas que se hunden en el tiempo y que lo cruzan hasta estallar en nuestro presente”, haciendo gala de “un estilo muy cuidado”.

Herencias colaterales se ha impuesto a cuatro nominados “de gran calidad”: La noche del caimán de Diego Ameixeiras (Fondo de Cultura Económica), Otoño lejos del nido de Ángel Gil Cheza (Suma de Letras), Progenie de Susana Martín Gijón (Alfaguara) y Los solitarios de Álvaro Arbina (Ediciones B).


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