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ÚLTIMO BRINDIS EDITORIAL DEL AÑO CON RICARDO ARTOLA

Enfilados en la recta final hacia  el Año Nuevo, nos hacemos acompañar del editor e historiador Ricardo Artola que nos trae un balance profesional mientras ultima los preparativos para 2023, tras dejar atrás, con menos daños de los esperados en cuanto a resultados de ventas, la crisis Covid-19. Le revela algunas claves de su éxito a Frank G. Rubio. 

Frank G. Rubio. Foto: Ángela Vallvey.


F.G.R.: Tu condición de historiador, hijo de historiador, sin duda, ha influido e influye en Arzalia. ¿Cómo empezó todo?

R.A.: Todo empezó, gracias a mi padre, en 1987, con mi entrada en la mítica Alianza Editorial de Javier Pradera, Daniel Gil y compañía. El destino me dio la oportunidad de trabajar, unos meses, en ese sello que tantas personas de varias generaciones hemos idolatrado. Una especie de enciclopedia universal en forma de libros “sueltos”. Allí eché los dientes y me convertí en editor.

F.G.R.: El tema de la “guerra civil” encuentra en vuestra editorial un tratamiento esmerado. ¿Cómo va a repercutir la “ley de memoria histórica” en vuestro trabajo?

R.A.: La verdad es que no lo sé, pero tampoco quiero estar condicionado por lo que puedan pensar algunos censores de vía estrecha que vaya usted a saber qué han leído o qué han interpretado de los libros de Arzalia Ediciones. La concentración de novedades sobre la Guerra Civil ha sido un poco casual, aunque desde fuera pueda parecer un plan largamente pensado.

F.G.R.: Tenéis una bibliografía muy interesante relacionada con la historia de la guerra, varios clásicos ineludibles entre ellos, y de sus protagonistas básicos: los soldados…

R.A.: Muchas gracias por esas palabras. La verdad es que fue mi padre (Miguel Artola) el que me inculcó el interés por la Historia militar. Yo mismo he escrito sendas introducciones a las dos guerras mundiales (precisamente en Alianza) y he publicado muchos libros al respecto.

La guerra es la máxima expresión del conflicto humano y, por tanto, genera todo tipo de situaciones extremas, de cobardía y valor extremos, de oportunismo y generosidad, etc. No hay mejor crisol en el que estudiar el alma humana. Y, en ese sentido, el soldado es la pieza imprescindible que mueve la rueda del infortunio de la guerra. Aún hoy, en una época muy tecnificada y con armas asombrosas, el soldado sigue siendo la pieza imprescindible para la guerra. Y, además, por mera empatía, nos hace aproximarnos a ese fenómeno con un interés redoblado.

F.G.R.: Lleváis cinco años trabajando y estáis claramente definidos como una editorial especializada en libros de Historia que publica también cosas muy interesantes sobre temas de actualidad. Estoy pensando en vuestros libros gráfico pero veo que también editáis novela.

R.A.: Bueno, cinco años dan para mucho y al principio sí hicimos novela, pero es un género “desagradecido”. Cuesta mucho sacar la cabeza si no se tiene ya un nombre. Lo que sí hacemos con gusto y aprovechamiento son incursiones en otros temas como la política (Ateísmo ideológico), el futuro próximo (Una breve historia del futuro) o la introspección de raíz psicológica (Las cuatro caras del héroe) por citar solo tres títulos. Los libros ilustrados que publicamos pertenecen al género histórico.

F.G.R.: Como historiador que has escrito, entre otras cosas, sobre la Gran Guerra, ¿cómo percibes el conflicto ucraniano?

R.A.: Demuestra algo que ya sabía y había comentado: frente a todos aquellos que dicen “ya no puede haber guerras”, “ya no puede haber golpes de estado” y cosas parecidas, la Historia sigue su propio camino y, de un plumazo, hace saltar por los aires todas las predicciones. En otro orden de cosas, es una gran sorpresa en términos de lo esperable en un conflicto entre dos contendientes tan desiguales sobre el papel. Al principio pensé que podría ser, en cierto modo, otra “guerra de Finlandia”, por la invasión de ese país por parte de la Unión Soviética en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, el transcurso del tiempo nos aleja de ese escenario. Y para los que argumenten que la ayuda occidental es decisiva (que lo es) cabría recordar todos los regímenes que, a lo largo del tiempo, han sido apoyados por Estados Unidos con todo tipo de recursos y acabaron dilapidándolos: Batista en Cuba, Vietnam y Laos en Extremo Oriente o, más recientemente, Afganistán.

EL FUTURO YA ESTÁ AQUÍ

F.G.R.: Ha llovido mucho desde el Apolo 11. Como estudioso de la carrera espacial, ¿cuáles son, a grandes trazos, las características que va adquiriendo en el siglo XXI, sobre todo con la incorporación de un país como China?

R.A.: Lo primero que hay que decir es que la carrera espacial fue un fenómeno muy específico y bastante irrepetible: ambos contendientes gastaron fortunas en una carrera que, tal y como se desarrolló no tenía mucho sentido ni, paradójicamente, un objetivo claro, más allá del inmediato (la llegada a la luna). Eso ha determinado la historia espacial posterior. Por eso, cada vez que escucho lo de “hay que volver a la Luna”, pienso ¿para qué? Y parece evidente que nadie lo ha pensado mucho. La incorporación de China a la era espacial (no a la carrera, que terminó el día que Armstrong puso pie en la Luna en 1969) ha sido la mayor novedad de los últimos años en ese ámbito, junto a la drástica reducción de las capacidades “soviéticas”, es decir rusas. Dado el hermetismo de aquel régimen (como lo fue la URSS en su momento) es difícil saber las intenciones últimas del programa espacial chino.

F.G.R.: ¿Qué tenéis pensado como editores sacar para 2023 y más allá?

R.A.: En el buen sentido de la expresión, en Arzalia vivimos al día, es decir que nos gusta la improvisación editorial. Afortunadamente los dos últimos años hemos tenido sendas novedades que, al empezar el ejercicio, no estaban ni siquiera pensadas, y sin embargo se convirtieron en best sellers.

Aún así, en febrero tenemos un Olivares (no una biografía al uso sino un estudio histórico) que me ha deslumbrado y espero que lo haga entre los modernistas y el público general. Es de esos pocos libros que cumplen la exigencia de servir lo mismo para un especialista que para un generalista.

También contaremos con un libro de Juan Eslava Galán y su mujer, Isabel Castro, sobre verdugos, ejecuciones y torturas a lo largo de la historia. Muy entretenido y profusamente ilustrado.

Y, a partir de ahí, lo que nos depare el azar de la edición, entre otras cosas.


LO

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