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Literocio arranca motores

Veinte años no son nada. A toda una generación nos lo canta un coro de tragedia griega que nos acompaña desde que tenemos memoria profesional. Somos una generación perdida en España, los que desde algún punto de los noventa y entrado el nuevo milenio venimos peleando profesionalmente por la cultura en este país. Somos el relevo generacional que no se está produciendo, no por falta de voluntades, que las hay y las conocemos, ni de voces o buena mano de obra en los aledaños, que proliferan, ni por falta de espíritu, que damos fe de que es incombustible el ánimo del personal, sino por una carencia de recursos agravada por una mala gestión desde esferas a las que no alcanzamos y, sobre todo, por la lacra de unas bases educativas empobrecidas con unas Humanidades en retroceso.

De todo esto damos testimonio en primera persona. De ahí venimos, ahí seguimos y por eso emprendemos esta nueva aventura profesional. Para seguir luchándolo, para continuar construyendo puentes hacia el universo del libro después de que los últimos tres años hayan sido para nosotros clave de aprendizaje sobre el terreno. El equipo de Literocio llega curtido en el barro. Cámara en ristre y libreta en mano, nos hemos dado cuenta de que lo fácil es echarle la culpa de todas las calamidades al desafío digital mientras que, según nuestra experiencia, de lo que no existe tanta conciencia es de que ha emergido en paralelo un suelo fértil, legítimo pero sin colonizar, no necesariamente reñido con lo virtual, al que vincularnos, donde urge empezar a echar raíces, hacer circular savia nueva y crecer al unísono: un territorio físico de interacción humana donde hacer tejido y reconectarnos en lo real. Es en esos puntos de encuentro genuinos entre los distintos agentes del sector, autores, editores, libreros y gestores culturales, entre otros, donde encontramos una piedra angular de evolución sectorial por la que queremos y creemos que debemos apostar. Vamos a trabajar sobre una cultura viva, una cultura en movimiento. Ese es el reto de Literocio. Estar donde de verdad se gesta y se hace la cultura, en el corazón de la creación y el diálogo, y participar activamente de ello. Festivales, coloquios, presentaciones, congresos y ferias del libro a pie de caseta. Iremos, estaremos y aportaremos nuestro granito de arena. De ahí volveremos para contarlo. Es la nuestra una apuesta por la calidad informativa, la cobertura profesional del hecho cultural y el papel como soporte ideal para la crónica sin renunciar en ningún momento a divertirnos por el camino, en la carretera. Hoy, 1 de marzo de 2018, tenemos muy claros los objetivos, por qué y por quiénes nace Literocio. Ejerceremos de embajadores de la cultura, daremos notoriedad y visibilidad a proyectos escogidos, nos esforzaremos por crear una comunidad de afines y animaremos todas las fiestas posibles en honor del libro desde nuestro ámbito de la gestión, la dinamización, el asesoramiento y la comunicación.

Veinte años no son nada. Cierto. No lo son cuando miramos hacia adelante y nos proyectamos, con el viento a favor, como colaboradores en la construcción de una auténtica cultura humanista que merece el ciudadano del siglo XXI. Dice nuestro padrino Charles Baudelaire que “una sucesión de pequeñas voluntades consigue un gran resultado“.

¡Comenzamos! 

Maica Rivera, Directora de Proyectos

@maica_rivera

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